El salón es el corazón de la casa, un espacio donde se conversa, se descansa, se comparte y se desconecta. Y dentro del salón, el sofá ocupa un lugar fundamental. Su forma, su tamaño, su tapicería… todo influye en la estética general, pero también, si seguimos los principios del Feng Shui, en el flujo de energía que circula por la vivienda. En espacios pequeños, donde cada elección cuenta, su ubicación se vuelve aún más relevante. Por eso, hemos consultado al experto en interiorismo Xavier Martinell, director del estudio Luzio Studio, quien nos da las claves para encontrar la mejor disposición.

"En espacios reducidos, el sofá se convierte en la pieza clave del salón, tanto como elemento protagonista desde un punto de vista estético como desde la perspectiva del Feng Shui, donde su ubicación influye directamente en la energía y en el bienestar de quienes lo utilizan. Desde Luzio Studio, cuando nos encontramos con salones pequeños, solemos buscar que la zona de estar funcione de manera independiente respecto a la zona de comedor, que en muchas viviendas pequeñas suele estar integrada o abierta a la cocina", explica Martinell.

Luzio Studio Proyecto Velázquez Madrid Sala FOTO ©Amador Toril Estilismo Cristina Rodriguez Goitia 2

El Feng Shui, una filosofía de origen chino que busca armonizar los espacios para potenciar el bienestar de quienes los habitan, establece principios muy claros a la hora de organizar el mobiliario. Se trata de crear ambientes equilibrados, donde los flujos de energía —o "chi"— puedan circular libremente sin obstáculos, generando una atmósfera de paz, seguridad y confort.

Una pared sólida como respaldo

"Desde el punto de vista del Feng Shui, siempre que sea posible, el sofá debe apoyarse sobre una pared sólida, preferiblemente la principal del salón, y situarse en una posición que permita tener control visual sobre las puertas y ventanas. Esta ubicación transmite seguridad, protección y estabilidad, tres principios esenciales para favorecer el descanso y la desconexión. Colocar el sofá de esta manera ayuda a organizar mejor el espacio ya que deja libre el área frontal para una mesa de centro o una butaca auxiliar. Además, permite que la persona sentada perciba mayor control del entorno, favoreciendo la relajación física y mental", detalla el interiorista.

Este principio se basa en una de las reglas básicas del Feng Shui: nunca situar los asientos de espaldas a puertas o pasillos. Cuando eso ocurre, el subconsciente interpreta que no se tiene el control del espacio y, aunque no seamos conscientes de ello, puede generar incomodidad o estrés. En salones pequeños, donde a veces no hay muchas opciones, basta con pequeñas variaciones: mover el sofá unos grados, colocar un espejo en la pared opuesta para ganar visibilidad o usar una lámpara alta para generar una sensación de contención visual.

LUZIO STUDIO   Proyecto Juan Bravo   Madrid   Sala TV   FOTO© Montse Garriga

Procura que no interrumpa el paso.

Montse Garriga

Tamaño y proporción para un espacio que respira

"Otro aspecto fundamental es la funcionalidad. En salones dedicados exclusivamente al descanso y a la familia, aún en espacios pequeños apostamos por sofás de mayor tamaño, cómodos y envolventes, que inviten a vivir momentos en familia. En Feng Shui, un sofá debe responder a tres claves esenciales: ofrecer confort, generar sensación de refugio y estar en armonía estética con el resto del espacio. Así, elegir bien su tamaño, ubicación y su orientación puede marcar la diferencia a la hora de crear un salón pequeño donde, además de optimizar el espacio, se respire equilibrio y bienestar", continúa Martinell.

Para que el salón se sienta amplio, es importante que el sofá no bloquee la circulación ni interrumpa los accesos. Un truco útil es dejar al menos 60 centímetros de paso libre alrededor, y elegir modelos con patas altas o brazos estrechos que visualmente ocupan menos. También es recomendable apostar por tonos neutros, como beiges, grises claros o tonos piedra, que amplifican la sensación de luz y armonizan con la mayoría de paletas.

Materiales, formas y disposición según el Feng Shui

En esta filosofía, los materiales y las formas también influyen en la energía de un espacio. Los sofás de líneas suaves, con esquinas redondeadas y tapizados en tejidos naturales (como el algodón, el lino o la lana) favorecen una energía más cálida y acogedora. Las formas muy rectas o los colores excesivamente fríos pueden endurecer el ambiente y generar tensión.

LUZIO STUDIO   Proyecto Juan Bravo   Madrid   Salón desde despacho   FOTO© Montse Garriga

Mejor que tenga formas redondeadas, como en este proyecto de Luzio Studio en Juan Bravo, Madrid.

Montse Garriga

Respecto a la disposición general del salón, el Feng Shui sugiere que el sofá no esté alineado con la puerta principal ni bloqueando la entrada del "chi". Si el salón comparte espacio con el comedor o la cocina —como es habitual en pisos pequeños—, una alfombra, un mueble bajo o una lámpara colgante pueden ayudar a delimitar la zona de estar, creando esa separación energética que menciona Martinell.

Complementos que equilibran

Por último, conviene cuidar lo que rodea al sofá. Una mesa de centro con formas suaves, plantas que purifiquen el aire (como el ficus o el potus), cojines en tonos suaves y lámparas con luz cálida refuerzan la armonía del conjunto. Evitar el exceso de elementos decorativos es clave: en el Feng Shui, menos es más, siempre que todo esté bien elegido.

Así, incluso en un salón pequeño, el sofá puede convertirse en un punto de anclaje para el confort, la funcionalidad y la energía positiva. Como dice Xavier Martinell, se trata de encontrar el equilibrio entre estética, funcionalidad y bienestar. Y ahí es donde el Feng Shui puede marcar la diferencia.

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