A estas alturas, nadie duda de que la cocina es el eje vertebrador de la casa, el lugar donde se cuece todo. Al llegar el buen tiempo, la vida se traslada al aire libre y con ella también la cocina, haciendo que las comidas en el jardín o la terraza constituyan momentos de relajación y disfrute, incluso para el cocinero, ya que este puede interactuar mientras está entre fogones. 

Aunque el protocolofuera de casa se relaja, las cocinas de exterior deben contar con los mismos requisitos que la principal, es decir, ser funcional, cómoda y fácil de limpiar, y, al mismo tiempo, resistir el sol, la lluvia y el viento. Por eso, es importante optar por materiales que no tengan problemas de adaptación, definir las necesidades y el uso, elegir un buen lugar, contar con todo lo que se utiliza habitualmente y disponer de una buena iluminación. Estas cocinas te dan las claves.

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