El mundo se mueve rápido en todos los sentidos, y más aún en cuestiones de tendencias decorativas. Lo que hoy es un éxito arrollador mañana queda obsoleto, produciendo sin remedio una sensación de desfase. ¿Existe una decoración atemporal que siempre se vea bien y en la que sentirse en plenitud y feliz? Por supuesto, y a continuación te damos las claves para lograrla.
Para empezar, a la hora de sentar las bases de la decoración de una estancia es conveniente elegir colores neutros como blanco, hueso, beige o gris. A sus grandes ventajas, como son favorecer la luminosidad y llevar de forma extraordinaria el paso del tiempo, se le suma que combinan perfectamente con el resto de colores y de estilos. Además, una gama cromática bien definida unifica los diferentes espacios percibiéndolos como un todo.