Con estas cálidas temperaturas que nos está dejando el invierno y los días cada vez más largos, a nosotros nos han entrado ganas de llenar la casa de color y naturaleza. Ingleses y franceses fueron pioneros en meter en sus viviendas motivos florales, que hoy son un clásico que nunca falla en el interiorismo. Flores en las terrazas, en el interior y en algunas piezas de decoración, como los manteles. Los textiles del menaje son versátiles, pueden inspirar estéticas o convertirse en los reyes definitivos de la mesa. Los manteles de flores encarnan esa confortable calidez que rinde homenaje a la naturaleza en su eclosión más colorida. Ha llegado el momento de dejar que la primavera florezca en casa.