Otras claves para separar ambientes sin necesidad de recurrir a paredes pueden ser los muretes a media altura. Además de dar autonomía a los espacios, sin renunciar a la luz, favorecen una relación fluida entre ambientes, cosa que con una pared no ocurriría.
Si el dormitorio es grande y quieres distinguirlo del vestidor, coloca la cama en el centro y que su cabecero haga de frontera. Además, con este acto favorecerás una circulación práctica y fluida por la sala.
La pintura también puede ayudarte a distinguir ambientes en un mismo espacio, de un modo sutil pero efectivo. Si pintas la pared de acento de la habitación de un color, estarás marcando una zona gracias al cambio de tonalidad.