La mesa de centro es más que una pieza de madera rectangular donde apoyar la taza del café o el mando a distancia. Desde un punto de vista decorativo, ella sola es capaz de darle un vuelco a la personalidad del salón transformando una estancia algo monótona en otra más interesante y auténtica. Un salón clásico se llenará de matices con una de cristal, de la misma manera que uno más actual se revalorizará con otra de estilo francés. Sin embargo, para acertar con la adecuada hay varios factores que es necesario tener en cuenta, como por ejemplo su función o su altura respecto al sofá.