Crear una atmósfera acogedora y relajante en un lugar de paso y asociado irremediablemente al estés –colas, prisas, controles de seguridad...– se antoja todo un desafío. Pero Ilse Crawford lo ha conseguido en el nuevo lounge de la compañía Cathay Pacific en el Aeropuerto Internacional de Hong Kong, un espacio de más de 3.000 metros cuadrados con una capacidad para 550 personas.
Más allá de los números, se trata de un entorno que huye del tradicional carácter frío de esta tipología de espacios y apuesta por un ambiente más familiar, diáfano y en complicidad con el tiempo que hay que esperar antes de coger el próximo vuelo. Como dice la diseñadora, "el bienestar, la salud, y el confort son las bases del lujo contemporáneo". Todo está enfocado a que el visitante se sienta lo mejor posible, y el concepto de lo exclusivo ha cambiado. "La informalidad y la calidez de una atmósfera doméstica es más atractiva que la fría formalidad de un espacio público convencional". Hasta en el bullicio de un aeropuerto es muy saludable sentirse como en casa.
Iluminación cálida, pequeñas mesas de formas redondeadas, colores que invitan a relajarse... El lounge diseñado por Crawford está más cerca de parecer una casa que un lugar de paso, con espacios como el Noodle Bar, donde prima el mobilario de madera y el color verde jade de las baldosas. O el Salón de té, con un juego de claroscuro entre la zona de servicio y la de estar. La Naturaleza tiene un papel destacado, con plantas estratégicamente situadas, y también la pintura, con la recreación de bucólicos paisajes. En definitiva, un lugar para mantener conversaciones reposadas o para echar una cabezadita antes de coger el próximo vuelo.