Aunque la arquitectura ha sido tradicionalmente asociada con nombres masculinos, hay mujeres que se abrieron hueco en la historia a base de proyectos revolucionados que hoy en día siguen siendo inspiradores. Ellas también han contribuido de manera significativa a moldear la arquitectura moderna y hoy rendimos homenaje a su creatividad recordando los nombres de aquellas visionarias que rompieron barreras, redefinieron paradigmas y dejaron un legado que quedará por siempre ligado a la historia del siglo XX. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en Arquitectura y Diseño suscríbete a nuestra newsletter . Lina Bo Bardi: la arquitecta del humanismo Entendía la arquitectura como una herramienta para transformar comunidades, centra en las personas y su entorno. La arquitecta ítalo-brasileña Lina Bo Bardi (1914-1992) marcó un antes y un después en la arquitectura modernista de Brasil. Su trabajo equilibró funcionalidad y sensibilidad cultural, integrando las tradiciones locales con el modernismo internacional. El Museo de Arte de São Paulo (MASP), con su estructura suspendida, es un ícono de su visión inclusiva y disruptiva. Charlotte Perriand: más allá del diseño de mobiliario Aunque inicialmente fue conocida por su colaboración con Le Corbusier, Charlotte Perriand (1903-1999) dejó una profunda huella en la arquitectura y el diseño moderno por derecho propio. Perriand abogó por espacios habitables funcionales que se adaptaran a las necesidades humanas. Su trabajo combinó elementos industriales y naturales, y su enfoque holístico influyó tanto en la arquitectura como en el urbanismo del siglo XX. Eileen Gray: la visionaria autodidacta Eileen Gray (1878-1976) fue una diseñadora y arquitecta irlandesa cuyo impacto sigue siendo hoy en día fascinante y totalmente clave para entender el diseño contemporáneo. Su obra maestra, la villa E-1027 en la Riviera Francesa, desafió las normas de su tiempo al fusionar diseño minimalista con una profunda atención a los detalles funcionales y estéticos. Gray demostró que la arquitectura moderna podía ser íntima y humana, además de innovadora. Jane Drew: la promotora del modernismo social Defendió el diseño como herramienta de transformación social y colaboró en proyectos de vivienda social y planificación urbana en Europa, África y Asia. Jane Drew (1911-1996) fue una arquitecta británica cuyo trabajo jugó un papel clave en la expansión del modernismo arquitectónico en contextos globales. Uno de sus mayores logros fue su colaboración en la planificación de Chandigarh, India, junto a Le Corbusier y Maxwell Fry. En este proyecto, Drew introdujo soluciones de diseño adaptadas al clima y las necesidades locales, marcando un hito en la integración cultural y funcional del modernismo. Junto a Maxwell Fry formó la empresa Fry, Drew & Partners en 1946, que se concentró en la planificación a gran escala para los países tropicales, destacando entre sus obras la Universidad de Ibadan (1953-1959) en Nigeria. ? Margarete Schütte-Lihotzky: la creadora de la cocina moderna Pionera en el diseño funcionalista , Margarete Schütte-Lihotzky (1897-2000) fue una arquitecta austriaca que se hizo conocida especialmente por su creación de la "Cocina de Fráncfort" en 1926. Este diseño revolucionario, inspirado en la eficiencia de los espacios industriales, estableció el estándar para las cocinas modernas compactas y funcionales. Schütte-Lihotzky entendió que la arquitectura también podía abordar cuestiones sociales, centrándose en mejorar la vida cotidiana a través del diseño accesible y eficiente, especialmente en proyectos de vivienda social. Su enfoque práctico y progresista sigue siendo relevante en la arquitectura contemporánea. Matilde Ucelay: la primera arquitecta española Y no podía faltar en este listado de mujeres arquitectas modernas, la española Matilde Ucelay (1912-2008) fue la primera mujer en obtener el título de arquitecta en España, en 1936. Su trayectoria profesional estuvo marcada por las dificultades políticas y sociales de la posguerra, pero logró desarrollar una prolífica carrera con más de 120 proyectos, centrados principalmente en viviendas unifamiliares. Su enfoque se caracterizó por la integración armoniosa de los espacios con el entorno natural, así como por su atención al detalle y funcionalidad. En 2004, Ucelay recibió el Premio Nacional de Arquitectura de España, un reconocimiento tardío pero merecido a su resiliencia y contribución al desarrollo de la arquitectura española.