Emiliano Domingo, arquitecto: “Conseguí ganar amplitud en un piso de 28 m2 con solo un espejo"

Una pared de espejo puede ser un truco muy útil para aumentar la sensación de espacio en una habitación; añadir una nota elegante o, poniéndonos prácticos, iluminar una estancia oscura. Hablamos con Emiliano Domingo, fundador de Bardo Arquitectura, sobre un recurso que él ha usado en varios de sus proyectos, como un piso de 28 metros en Madrid en el que, "para maximizar la sensación de amplitud y luz, la pared de espejo se colocó estratégicamente para reflejar la luz natural que entraba por las ventanas; a la vez que se colocó longitudinalmente a lo largo de la vivienda para que el espacio pareciera menos constreñido". 

Domingo buscó aquí minimizar las limitaciones físicas de espacio para que su cliente experimentara fluidez. “El espejo fue la herramienta perfecta para conseguir ese objetivo”, continúa. El arquitecto también ha usado la pared de espejo en un piso de 70 metros en Madrid “con un enfoque más estético y menos funcional”. En esa ocasión, la utilizó para “destacar la escala del espacio, creando un efecto de continuidad entre estancias y enfatizando la altura del techo, generando efectos ópticos”.

Recibidor con una pared de espejo

Las paredes de espejo están de moda porque son un recurso "increíble más allá de lo funcional"

El hecho de que sea una solución muy estética, pero al tiempo práctica, tiene mucho que ver con el renovado interés que está generando como recurso de interiorismo. “Las paredes de espejo son un recurso increíble porque van más allá de lo funcional: son una herramienta de transformación. En el estudio las utilizamos continuamente con diferentes objetivos”, dice el arquitecto.

En espacios muchos elementos, como este diseñado por del interiorista Alejandro Guzmán, la pared de espejo genera sensación de profundidad y amplitud.

Los espejos naturales y lisos son versátiles y modernos

Sobre las opciones disponibles en lo que se refiere a las paredes de espejo, hay muchísimas. Aunque el cliente y el espacio dictan la elección, Domingo reconoce que se inclina “por los espejos naturales, sin tratamientos, lisos, más que por opciones como los envejecidos o el verre églomisé”. Para el arquitecto, a pesar de que “los envejecidos tienen una textura y una historia implícita que aportan calidez y carácter, y que el verre églomisé, con sus detalles dorados o plateados detrás del cristal, aporta una técnica exquisita; los lisos son más versátiles y modernos y están menos sujetos a las modas”.

Comedor clásico con una pared de espejo

Las paredes de espejo: un recurso de interiorismo con posibilidades casi infinitas

“Durante el día, duplican la luz natural y amplifican el espacio, lo que las hace ideales para ambientes pequeños o con poca iluminación. Por la noche, reflejan la luz artificial –lámparas, velas– creando una atmósfera sofisticada y cálida. Pero lo que más destaco es su capacidad de jugar con la percepción: pueden ser un marco que refleja el carácter del espacio, integrando el entorno de forma dinámica. Además, si se usan con intención, aportan un toque de dramatismo o serenidad, dependiendo del diseño”.

El arquitecto buscó aquí minimizar las limitaciones físicas del espacio "para que su cliente experimentara fluidez"

Jugar con las geometrías es la mejor manera de aportar un toque único a una pared de espejo

Domingo reconoce que, “siempre jugando con los espejos lisos”, lo que más le interesa como estrategia de interiorismo es “innovar con las geometrías que delimitan los espejos: circunferencias, formas irregulares o quebradas, paredes enteras de espejos en las que de repente cortamos alguna geometría en negativo...: creemos que esta estrategia, que es moderna y actual, aporta un toque artístico y único al espejo en cuestión”.

 

Frente a una pared de espejo, el arquitecto Emiliano Domingo, que ha renovado este piso en Madrid, recomienda una luminaria de techo "que se refleje estratégicamente"

¿Qué combina con una pared de espejo?

El arquitecto apostaría siempre por la simplicidad para potenciar la pared de espejo. “Un techo lacado en un tono brillante —blanco, negro o incluso un color audaz— puede crear un diálogo interesante, reflejándose en el espejo y añadiendo profundidad”. Además, recomienda cuidar la selección de accesorios decorativos y sugiere “una lámpara escultórica que se refleje estratégicamente”. 

Las plantas son un buen complemento en un espacio con una pared de espejo, como sucede en esta vivienda en Madrid

Situar los espejos perpendicularmente a las ventanas es garantía de éxito para el arquitecto, que también sugiere colocar abundante vegetación cerca de un espejo para conseguir “un efecto agradable y la sensación de tener un pequeño jardín dentro del hogar, por pequeño que este sea”. Finalmente, y en cuanto a los colores, Domingo “evitaría usar tonos demasiado saturados cerca de una pared de espejo porque pueden multiplicarse y saturar el espacio. Prefiero una paleta neutra o monocromática que deje que la luz y las formas hablen por sí mismas”.