Hace algunos años que la robótica se ha metido en nuestras vidas, alterando profundamente la rutina diaria. Gracias a la digitalización, ya nada es igual. Los robots no solo ensamblan automóviles y lavadoras o nos llevan en cintas transportadoras desde una terminal aérea a otra, sino que están presentes en nuestras vidas cotidianas de manera creciente, insertados en aparatos domésticos que se comunican entre sí –o con el usuario- o como algoritmos autodidactas en programas de ordenador.
El Museo de Diseño Vitra, de la localidad alemana de Weil am Rhein, presenta su exposición Hola Robot, Hello, Robot. Design between Human and Machine, que abre sus puertas hasta el 14 de mayo. Una muestra que examina de forma exhaustiva el boom actual de la robótica a través de 150 piezas industriales y artísticas que se organizan siguiendo un cuestionario, para despejar muchas dudas a cerca de su aplicación en diferentes entornos, como el profesional, el social o el ético: ¿Puede un robot hacer tu trabajo? ¿Puede cuidar de ti? ¿Qué opinas sobre los robots con sentimientos?...
Lo que antes era de dominio exclusivo de ingenieros y expertos informáticos ha condicionado en gran medida a los diseñadores de producto, puesto que son ellos los que deciden dónde y cómo interactuamos con los robots. Esta progresiva integración del hombre y la robótica está presente en las diferentes salas de la exposición para abrir diversos debates como el de la esperanza de un mundo mejor gracias a la técnica y el temor a la incapacitación del individuo, el de los edificios con capacidad de autoaprendizaje y el valor real de las llamadas "ciudades inteligentes" o el de los implantes de sensores robotizados para paliar problemas de salud. La exposición se completa con un amplio programa de charlas, vídeos, performances y talleres que examinan el tema desde diferentes perspectivas.