Durante estos últimos años, hemos aprendido a convivir de forma más intensa con nuestros seres queridos, hemos tenido que hacer un curso acelerado de cómo compartir la casa para satisfacer necesidades de relación social, privacidad e, incluso, aislamiento. Todo ese tiempo estuvimos confinados, pero con tareas que hacer como el teletrabajo, telestudio, reuniones virtuales, etcétera.
Los arquitectos y otros profesionales y entidades expertos en la materia hace tiempo que reflexionan sobre las carencias de la arquitectura urbana de las últimas décadas para amoldarse a este concepto de flexibilidad que se intensificó tras la pandemia. El uso intensivo de las viviendas durante el confinamiento, tensionó su capacidad de adaptación a las múltiples actividades que hemos incorporado a nuestra nueva cotidianeidad. La clave principal para amueblar los espacios de acuerdo con esta exigencia aumentada de almacenamiento será el orden y la integración.
Espacios auxiliares
En circunstancias especiales, una segunda sala de estar puede ser de gran ayuda, especialmente cuando entre los miembros de la familia hay adolescentes con necesidades de espacio muy diferentes al resto. Una buena estrategia para ganar esos metros será agrupar a los pequeños que duerman en habitaciones diferentes en un mismo dormitorio, así podrás acondicionar el que queda libre como una segunda sala de estar.
Beneficio emocional
Fortalecer las relaciones familiares de puertas para adentro tiene un beneficio emocional positivo nada despreciable. La convivencia intensa que hemos experimentado abre la posibilidad de organizar y vaciar la casa en familia, reparar pequeños desperfectos o realizar actividades todos juntos. Todas estas acciones llevan implícito un fortalecimiento de los lazos emocionales de la familia si sabes cómo llevarlo.
Espacios no especializados
El hecho de haber pasado más tiempo de lo habitual en casa ha generado una demanda espontánea de que los espacios posean una capacidad de adaptación elevada y ágil. Pero es muy probable que esta adaptación te resulte demasiado tediosa, asumas que no funciona y acabes perdiendo determinados usos potenciales para algunas estancias de la casa. En obra nueva ya estaba ocurriendo que las habitaciones de las viviendas, independientemente de su uso definido, se equipaban de inicio con una elevada conectividad y varios gadgets en función del proyecto. La conexión Ethernet y la televisión por cable ya es esencial, al igual que la iluminación regulable y el hilo musical conectado a una app o la posibilidad de distintas disposiciones de mobiliario a través de la conectividad.
Actividades múltiples
A lo largo de la historia, muchos arquitectos han experimentado con los espacios camaleónicos, aquellos capaces de adaptarse de forma eficiente a múltiples actividades distintas. Sert, Coderch, Mies van der Rohe, entre otros, reflexionaron sobre la capacidad de adaptación de las viviendas a partir de estancias multiuso. Estas habitaciones deberían ser de superficies similares, pudiéndose convertir en dormitorio, sala de estar, estudio o sala de juegos en función de la necesidad. De hecho, esta estrategia de organización es propia de la arquitectura del siglo XVIII, pero la modernidad la desestimó con el paso del tiempo.
Pero no todo son ventajas: algunas teorías destacan que un espacio capaz de servir a múltiples actividades no puede hacerlo de forma óptima para todas ellas. Convendrá que uno de los usos asignados sea el que predomine sobre el resto si se persigue la excelencia en el servicio a una determinada actividad. Además, esta estrategia de equiparación de estancias implica una inversión de espacio que no siempre es posible. La realidad nos empuja a buscar un equilibrio en el diseño y escoger cuáles serán esas estancias camaleón y cuáles tendrán un uso más concreto, especialmente en el diseño de viviendas de obra nueva.
Adapta tu casa
Todas estas recomendaciones son relativamente sencillas de incorporar en viviendas de obra nueva; las casas que ya están habitadas, sin embargo, deberían adaptarse. Para ello no habrá más remedio que intervenir, por ejemplo, para lograr esa ampliación de la conectividad en todas las estancias. Mejor cable que wifi para garantizar una mayor velocidad y también disminuir la contaminación electromagnética en casa. Puedes adquirir mobiliario mixto (interior-exterior) para amueblar esa segunda sala de la que hemos hablado antes, y no olvides que hay actividades solapables y, por tanto, estancias que pueden albergar distintos usos sin que ello implique grandes esfuerzos
Un uso predominante
Seguro que ya has caído en la cuenta de que un espacio multiuso difícilmente podrá servir de forma 100% eficiente a todos ellos: cuando no sobre luz, faltará algo de espacio. La experiencia nos ha enseñado que los espacios camaleónicos deberían tener un uso predominante y ser equipados para satisfacerlo de forma excepcional. En un segundo orden de prioridades, los equiparemos para que también puedan albergar otros usos.
Iluminación suplementaria
La iluminación artificial es una de las herramientas más efectivas a la hora de cambiar el aspecto de un espacio. Solo modificando el tipo e intensidad de la luz puedes convertir una sala de relajación en un gimnasio o un taller de manualidades. Para ello basta con instalar algunas lámparas de pie con luz regulable de forma estratégica en
las habitaciones con actividades compartidas.